Junio de 1941, Kaunas, Lituania. Lina tiene quince años y todo un verano por delante antes de matricularse en la escuela de arte. Pero, de repente, una noche , la policía secreta soviética irrumpe en su casa y se la lleva en camisón junto con su madre y hermano. Su padre, Rector de la Universidad, ha desaparecido ese mismo día. Lina relata el largo viaje que emprenden, junto con otros deportados lituanos hasta los campos de trabajo de Siberia. Su única vía de escape es un cuaderno de dibujo en el que plasma su experiencia, con la esperanza de hacer llegar a su padre noticias para que sepa que siguen vivos.
Me ha gustado mucho la novela. Una trágica historia que puede ser autobiográfica de las miles de familias que sufrieron en sus propias carnes el sinsentido de los "paraisos terrenales" creados por locos inhumanos con ambiciones de poder. Una de las cosas que más me ha llamado la atención del libro es el esfuerzo de la autora por destacar la belleza de la familia, de la amistad, del compañerismo y del amor frente a un ambiente hostil marcado por el odio y el egoismo.
Fdo.: Bibliotecario del Colegio Mayor Peñafiel
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