sábado, 23 de agosto de 2008

EL COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL Y "LOS PERROS LADRAN" DE TRUMAN CAPOTE

Viajar es un ejercicio muy "cool". Y hay formas de viajar. Se puede viajar porque a uno le aburre su ciudad (o pueblo) en vacaciones, o se puede viajar porque se necesitan respuestas. Truman Capote era de estos últimos: viajar para explicarse a uno mismo, y es lo que demuestra en este libro "de viajes", podríamos decir. Grecia, Túnez, España, Brooklin, Sicilia y el sur de Italia, un viaje a la Rusia comunista con la compañía teatral del musical "Porgy and Bess"... En fin, muchos lugares en los que Capote vivió, y que en "Los perros ladran", trata de encerrar como en una botella, no dejando escapar detalle de sus gentes, de su paisaje, de su luz, y de las ensoñaciones que le sugieren, intentando a la vez captar lo invisible en lo aparente. Lo curioso es que, siendo literatura de calidad, con un estilo narrativo directo, en primera persona, con ocurrencias sagaces y personajes reales que parecen inventados (por su genialidad), le queda a Truman un pegote de demasiadas páginas, cargadas de pesimismo, quizá del pesimismo con que el propio autor ve el mundo. Lo siento, pero no desearía a nadie el mundo de Capote. Además la editorial mete una entrevista que el autor se hace a sí mismo (otro factor que está muy presente: la "autoproyección") sobre sí mismo, "Autorretrato", al final del libro, como para que te leas eso cuando ya te has tragado todo lo anterior, lo cual es muy lógico: si "Autorretrato" estuviese al principio, sólo los más barbados seguirían leyendo.

Comentario escrito por David Ruiz, (COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL)

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