lunes, 13 de julio de 2009

"REBELION EN LA GRANJA" Análisis del Colegio Mayor Peñafiel en Valladolid


"REBELIÓN EN LA GRANJA" de George Orwell

Aunque resulte obvio decirlo, los últimos clásicos que han caído en mis me han entusiasmado: Zalacaín, Dorian Gray, El Señor de las Moscas... A estos se suma ahora el de Rebelión en la Granja: una acertada alegoría sobre la evolución de la URSS estalinista.
"Todos los animales son iguales, pero unos son más iguales que otros", con esta trágica sentencia se consuma la desigualdad contra la que tanto habían luchado los animales de la Granja Animal.
Los animales se rebelaron contra el señor Jones, que vio cómo su Granja Major se convertía en la Granja Animal cuyos propietarios serían desde ese momento los propios animales. Los comienzos de la rebelión fueron muy halagüeños para los animales, pero con el tiempo los protagonistas padecerán una opresión peor que la que habían conocido anteriormente, de hecho ante la primera purga de Napoleón (Stalin) los propios animales fueron conscientes de que "antaño hubo muchas veces escenas de matanzas igualmente terribles, pero a todos les parecía mucho peor la de ahora, por haber sucedido entre ellos mismos".
Como toda obra clásica, algunas de las reflexiones que suscitan estas páginas son de gran actualidad; por ejemplo la de la tranquilidad que da el cargar con la responsabilidad de los propios errores sobre alguien exterior sea amigo o enemigo (Snowball-Trostky). Siempre es más fácil culpar a los demás que a uno mismo, y en otro orden de cosas, una de la razones que se ofrecen para explicar la actual crisis que vivimos es la ausencia de responsabilidad por parte de la elite financiera y política. Otra reflexión puede ser la de la necesidad de crítica frente a la información que cae en nuestras manos: la bondad de Boxer -el caballo cuyo lema era "trabajaré más fuerte" y "Napoleón siempre tiene razón"- combinada con su actitud confiada e ingenua, vacía de crítica, le lleva directamente a la tumba. Aprendamos.
Rebelión en la granja se antoja como un obra ligera y refrescante para sobrellevar alguna que otra tarde tórrida del verano.

Feliz verano desde la 4ª planta del Colegio Mayor Peñafiel en Valladolid

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen libro. Estoy totalmente de acuerdo con el autor de la crítica.

Anónimo dijo...

A mi, también, me ha gustado mucho. Un saludo,

Nacho